Smart Farming

El nuevo modelo agrícola: Smart Farming. 

Este concepto puede traducirse literalmente como “Agricultura Inteligente”, pero esto conlleva mucho más. Esta “nueva” agricultura incorpora innovación tecnológica y digitalización en prácticamente todas las fases del proceso de cultivo para mejorar su funcionamiento y gestión, además de hacerla más sostenible económica, social y medioambientalmente. 

Según la FAO (2017), la población mundial se ha multiplicado por 2,5 desde 1960, mientras que la producción de alimentos per cápita ha aumentado únicamente en un 50% durante el mismo periodo. Esto supone un escenario en el que, según la ONU (2017) en 2050 la población mundial llegaría a la cifra de 10.000 millones de personas, momento en el cual no habría capacidad de producción suficiente de alimentos. 

Ésta, entre muchas otras, es una de las grandes razones por las que se debe apostar por la digitalización en el sector agrícola: un sector con una proyección y una repercusión a nivel social y medioambiental enormes, y por el que especialmente Edagro está apostando con mucha fuerza. 

La base alrededor de la cual se mueve esta transformación digital es, más que la toma de datos, el correcto análisis de estos valores para anticiparse con una toma de decisiones adecuada en función de los mismos, que se verá reflejada en resultados a medio, e incluso a corto plazo en diversos ámbitos, como los siguientes: 

  • Econónmico:  
    • Un aumento notorio de la productividad de los cultivos, debido tanto a una mejora en el manejo de la finca como a una detección precoz de riesgos productivos, tales como plagas, enfermedades o deficiencias nutritivas, entre otros. 
    • Una reducción de costes de producción y logística, debido principalmente a una optimización en el uso de insumos. 
    • Un aumento de las oportunidades de mercado, con la consiguiente reducción de pérdidas y desperdicio de alimentos. 
  • Medioambiental: 
    • Una mejora en la sostenibilidad ambiental, optimizando el uso de recursos claves y escasos, como el agua o la energía. 
    • Un mayor control en el uso de fertilizantes, incentivando el uso de productos orgánicos de última generación que respeten la biodiversidad del suelo. 
    • Una reducción de emisiones y residuos gracias a la optimización de los procesos. 
  • Beneficios finales al consumidor: 
    • Una mayor transparencia y trazabilidad en el recorrido del producto, desde el campo hasta la mesa. 
    • Una mayor facilidad para la compra online del mismo, favoreciendo un comercio más justo. 
    • Unos beneficios para la salud del consumidor, debido a la reducción de insumos en el crecimiento del cultivo. 

 

Así nace el concepto de Smart Farming, que desarrolla una “intensificación sostenible” en la que se hace un uso más apropiado de la tierra, enfocándose en aumentar la producción de suministros de un modo respetuoso con el medioambiente, protegiendo así tanto la biodiversidad como los procesos de los ecosistemas, y es aquí donde Edagro quiere aportar su grano de arena, mediante el uso de EDATOOL.